Sunday, November 7, 2010

POESIA

A la orilla del Mar
El murmullo de las olas que ensordece la tarde, distrae la mente, elucubrando en lo incierto  donde ubicar los pensamientos que se multiplican y dispersan aceleradamente, traspasando el horizonte, escrutando el crepùsculo y persiguiendo a las gaviotas y aves marinas en su volar ordenado y patrullero.


Juan Rafael Sandoval Mata
Puerto Pirirtu, Octubre 2009


A una Negra Bellisima que Amê 

No te cause envidia ni sonrojos
el color negro de tu tersa tez, 
porque nada hay màs bello que tus ojos
y ellos negros, muy negros son tambièn.

Que Dios, con su poder de Creador, 
entre el negro carbon de la montaña,
puso el rico diamante, emulador,
de los rayos del sol de la mañana.
Y para iluminar los densos velos
con que quiso envolver la noche negra;
quitò al zafir sereno de los cielos,
la màs hermosa y rutilante estrella.


Y el vaso de tu cuerpo virginal,
que es negro, cual tus ojos y la noche,
como un  recuerdo tu alma angelical,
guarda cual un diamante entre su broche.


Josè Vicente Mata Armas.
San Josè de Rio Chico, abril 1.902


A mis hijos al cumplir 56 años


Al hondo meditar de mis tristezas
que cual abejas zumban en mi alma,
como extasiada mi memoria, en calma,
se pierde de recuerdos en la maleza.


Y penetra impasible el pensamiento
por aquel pado de ilusiones mil,
que todo fuè deleite en otro Abril
y en que hoy solo florece el sufrimiento.


Bruma sombrìa me empardece el cielo
tan rico ayer de tintes tornasoles,
màs, llega de repente en mi consuelo.

Cual reguero de luz de inmensos soles
rompiendo de mi pena el denso velo,
la visiòn de mis hijos...mis amores!


Josè Vicente Mata Armas
Campo Alegre, 18 de abril de 1.936



Mirada Poètica de la Muerte 


Llegò la noche eterna
no cesa de llover...
solo hay tinieblas


Los rayos acerados inmovilizan todo
se detienen las manecillas del reloj
se cierran puertas
y la oscuridad penetra


Solo la luz de un cirio titila dèbilmente.


Larga noche, rodeada de rostros que son muros. La 
aurora no regresa. No se oye el canto de los gallos...han
perdido la voz. No alcanzan a leer el pentagrama del 
amanecer.
 
Marina Sandoval
Maracay, Octubre 2007